Alderbury es un pueblo perdido en medio del bosque conocido como "Selva Negra", rodeando por miles de hectáreas el recorrido del río Danubio, y expandíéndose por Europa Central. Fue creado a finales del S XVIII, por ocho mujeres pertenecientes a diferentes países y culturas cuya intención era mantener a salvo los secretos de la magia. Estas ocho brujas se internaron con sus familias y amigos cercanos en medio de la selva, y construyeron su hogar en lo hondo de un remoto, denso y salvaje valle, de difícil acceso y prácticamente desconocido hasta el momento. Crearon poderosos círculos de protección en torno al pueblo, con la intención de protegerlo para siempre del resto del mundo, cortando prácticamente toda comunicación con el mundo exterior, y creando una pequeña sociedad atascada en los viejos tiempos que, aún en pleno siglo XXI, no ha tenido contacto con las nuevas civilizaciones ni ha conocido nada relacionado con las nuevas tecnologías, ya que ni siquiera usan la electricidad.
No obstante, a cambio de este aislamiento, nuevas generaciones de brujos y brujas han aprendido de sus abuelos, y de los abuelos de sus abuelos a manejar la magia. Y desgraciadamente, la utopía de unidad y consenso que habían intentado crear las brujas duró poco. Los descendientes de las Ocho Fundadoras se dividieron en ocho clanes distintos, que poco a poco fueron rivalizando entre sí por demostrar su poder y su autoridad dentro del pueblo. Hasta el punto en el que se decidió que tan sólo una bruja o brujo de cualquier clan, capaz de pasar las Ocho Pruebas, sería el elegido o elegida para nombrarse Regente de Alderbury. De esta manera, han prosperado con el paso de los años, al margen del resto del mundo.
Pero... ¿cuánto tiempo pasará hasta que alguien descubra este pueblo? ¿Aguantarán eternamente los conjuros de protección y ocultación que crearon las Fundadoras? ¿Y qué pasaría de no ser así?
He aquí la nueva y loca idea que me anda rondando la cabeza...
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